¿Por qué chipe?
A propósito del estado de chipencia.
María Mazariegos Lanseros
10/1/20244 min read


Hace ya algunas semanas, corrigiendo un texto literario, me encontré con la palabra chipe. Como el texto estaba escrito intencionalmente con palabras de uso coloquial en Guatemala y, además, el uso de esta jerga era acorde con el registro del personaje, ni siquiera se me hubiera ocurrido cambiarlo por un sinónimo.
Sin embargo, su uso despertó mi interés, porque yo suelo decir chípil. Así que me di a la tarea de preguntar a conocidos y amigos: primero, qué variante usaban y, segundo, qué significaba para ellos.
La mayoría me respondió que, por uso general, chipe significa estar decaído, desanimado, triste… ¡de bajón!
Alguien me explicó también que así se le dice al hijo más pequeño de la familia. Pero, para sorpresa mía, todos a quienes pregunté usaban la variante chipe. Me pregunté de dónde diantres había sacado yo lo de decir chípil.
En fin, entre unas cosas y otras, la pregunta se ahogó en el tintero y no salió a flote sino unas semanas después, cuando, navegando en internet, tropecé con el blog de La Pepita Editorial y el título de la escritora María Odette Canivell: «El estadio permanente de la chipencia…*».
Allí estaba otra vez la palabra chipe, solo que Canivell, por medio del sufijo ‑ncia, había convertido este adjetivo en un jocoso sustantivo de cualidad, como, por ejemplo, demente – demencia o ausente – ausencia. De igual forma, hubiera podido elegir otros sufijos, como, por ejemplo, ‑ería, con el que majadero se convierte en majadería y con el que chipe se podría derivar en chipería. O podría haber usado el sufijo ‑ía, por el que valiente se convierte en valentía y chipe, en chipía, aunque, bueno, este sufijo definitivamente no le queda nada bien.
En su artículo, Canivell lanza una apreciación sobre los guatemaltecos: «creo que somos un poco chipes; sentidos; susceptibles; poco felices y, en general, descontentos con la vida y con el mundo»
Aunque me parece acertada, no sé si todos estén de acuerdo con esta descripción y tampoco es mi objetivo discutir sobre ello, el punto es que el uso que hizo de la palabra chipe me impulsó a retomar la búsqueda de este vocablo.
El Diccionario de la lengua española (DLE) solo registra el uso que se le da a chipe en Chile. Por otro lado, chípil ni siquiera aparece.
La búsqueda me exigía la consulta de obras más especializadas.
En el Diccionario de americanismos lo encontré en la segunda acepción:
chipe. II. (Del nahua tzipitl, niño enfermo o desganado)
1. m-f. Gu [Guatemala]. Niño más pequeño de la familia.
2. adj. ES [El Salvador]. Referido a persona, desmedrada.
¡Ajá!, aquí encontré respuesta a mi pregunta, porque los sonidos de la palabra náhuatl tzipitl son mucho más cercanos a la voz chípil, que se transformarían después en chipe.
En el Diccionario de voces usadas en Guatemala, de Francisco Rubio, no encontré chípil, pero sí, chipe:
chipe. (m. y f.). El niño más pequeño de la familia. Niño llorón. Se dice que el hijo menor se pone
chipe cuando la madre resulta embarazada de nuevo.[1]
En el Diccionario breve de mexicanismos, de Guido Gómez de Silva, me pasó al revés, no encontré chipe, pero sí, chípil:
chípil. (Del náhuatl tzipitl ‘niño enfermo y desganado por estar embarazada su madre’) adj. (De un niño)
que padece malestar por hallarse embarazada la mujer que lo cría, o por la dentición.[2]
En el Diccionario de aztequismos, de Robelo, que recoge las palabras del idioma náhuatl incorporadas al español. Encontré lo mismo, pero, además, una explicación interesante:
chipil. […] —El Dr. F. Flores dice: «Ellos (los indios) fueron los que dieron el nombre tzipitl (entre nosotros
chipil) á los niños de teta que experimentan cierto malestar durante el nuevo embarazo de sus madres».[3]
Está claro que la variante chípil es la que usan en México. Probablemente, cuando era niña, lo habré escuchado en El chavo del ocho o algún programa mexicano y lo grabé en la memoria como chípil y no chipe.
En el Pequeño Larousse ilustrado encontré una definición de uso en Guatemala:
chipe. adj. Guat. [Guatemala]. Fam. [Familiar]. Que por todo gime y lloriquea.[4]
Ya para terminar, cito un par de ejemplos que encontré en otros diccionarios de México que recogen la palabra chípil:
¡Ay, no te pongas chípil sólo porque tu papá te regañó, sabes que yo te quiero![5]
Estoy chípil, no quiero salir de la casa, ¿me haces un tecito?[6]
En conclusión, chipe es una variante de la voz mexicana chípil, que usamos en Guatemala cuando nos encontramos en un estado quejumbroso de desmotivación, en el que necesitamos que nos levanten el ánimo, que nos consientan. ¡Que nos apapachen, pues!
Ahora bien, que el «estadio de chipencia» que menciona Canivell, después de ese apapacho, se vuelva permanente o no, dependerá de cada quien. Yo, debo confesar, que aproveché mi estado de chipencia para sacar del tintero aquella pregunta sobre chipe y escribir estas líneas.
[1] Rubio, Juan Francisco. Diccionario de voces usadas en Guatemala. Guatemala: Piedra Santa. 1982, pág. 71.
[2] Gómez de Silva, Guido. Diccionario breve de mexicanismos. México: Fondo de Cultura Económica. 2001, pág. 49.
[3] Robelo, Cecilio Agustín. Diccionario de aztequismos: ó sea, catalogo de las palabras del idioma nahuatl, azteca ó mexicano, introducidas al idioma castellano bajo diversas formas (contribución al Diccionario Nacional). Cuernavaca, México: Imprenta del autor. 1904, pág. 549.
[4] Pequeño Larousse ilustrado: nuevo diccionario enciclopédico. París: Larousse. 1919, pág. 283.
[5] Montes de Oca Sicilia, María del Pilar. Palabrotas, palabrejas y otros blablablás. México: Peguin Random House. 2018, pág. 50.
[6] Peralta de Legarreta, Alberto. El chilangonario: vocabulario de supervivencia para el visitante de la Ciudad de México. México: Algarabía. 2012, pág. 108.